Con ida pero sin vuelta

En este momento como todos sabemos nos encontramos ante una situación un poco difícil que hace años no hubiéramos imaginado. Si echamos la mirada atrás unos 5 o 6 años el mundo profesional estaba en alza, la gente vivía por encima de sus posibilidades, peones de albañil con poca formación cobraban alrededor de 2000 o 3000 euros cobrando una parte en negro, pilar que ha hecho que la economía se destroce aún más.

Los jóvenes de la época al ver esta situación de “alto crecimiento”, oportunidades de cobrar “pastizales” con mínima formación, van dejando atrás instituto, universidad sin mirar hacia un futuro en el que se lo iban a ver muy negro.

Todo se caracterizaba por el vivir día a día sin importar el mañana hasta que uno de estos días todo se rompe, la burbuja inmobiliaria explota, la gente empieza a ser despedida, gente desahuciada, es entonces cuando nos damos cuenta pero ya es demasiado tarde, ya has dejado en el pasado lo que te podría haber salvado.

Joaquin trabajando

Esta es la historia de nuestro amigo Joaquín que sufre todo lo que esta situación está deparando a jóvenes y no tan jóvenes, dejó sus estudios hace unos años ya que el mundo de la hostelería le llamaba y le daba ingresos. En estos momentos nuestro amigo ha tenido que emigrar como muchos españoles a otros países en busca de un futuro que en este nuestro país no pueden labrarse, se encuentra trabajando en Londres donde cuando llegó se encontraba perdido, frustrado.

Su trabajo al principio fue difícil, el fregar platos durante 14 o 15 horas es algo que no se había planteado nunca, hoy en día es jefe de cocina y está muy orgulloso de su profesión  y de lo que ha tenido que trabajar para llegar donde se encuentra. No se plantea una vuelta a su país aunque el hecho de estar lejos de su familia a veces le puede, pero como él dice: "un día marché pero no sé cuando volveré".