Esta historia no se puede decir que tenga principio o que
tenga un final, simplemente hay una historia, la cual queremos contarte.
Secretos, ¿que entendemos por secretos? Según la RAE se
define como ignorado, escondido,
callado, silencioso, lo que cuidosamente se tiene reservado y oculto. Pueden
darse distintos significados a una sola palabra, pero ¿y lo que hay detrás de
esa palabra
Esa respuesta es más compleja, queramos o no reconocerlo
todo el mundo tiene algo que no quiere que sea conocido, para ello están los
amigos a quién se les cuenta eso que no quieres que se sepa. Pero hay algunas
situaciones en las que no puedes, no quieres o en mayor medida eres incapaz de
soportar lo que ese secreto conlleva. Hay muchos momentos en los que piensas si
no sería mejor contarlo, pero entonces ya dejaría de ser ese secreto que todo
el mundo guarda.
En esto consiste la vida de Mario, desde pequeño
acostumbraba a dormir con su hermano mayor, para él eso era una protección, un
guardaespaldas, pero detrás de todo esto se escondía su gran secreto. Poco a
poco fue creciendo y noche tras noche su madre llegaba le arropaba y le apagaba
la luz, era ahí donde Mario buscaba la compañía de su hermano, pero de manera
que no pareciera asustado, porque ese era su gran secreto, tenía miedo a la
oscuridad.
Manos que guardan |
En la escuela Mario tenía fama de malote, como se suele decir, “el
que parte la pana”, entonces esto le hacía tener que esconderlo. Porque ¿y si
los demás niños se enteraban de que Mario tenía miedo a la oscuridad? Como él
decía ese “sería mi fin”, pero a la vez un principio, ya que los niños dejarían
de tomarle en serio y su imagen se vería truncada. Pasó el tiempo y ahora Mario
tiene 40 años, su miedo desapareció con el tiempo pero le cuenta a sus hijos que
hay cosas que es mejor guardárselas para uno mismo, porque todas las personas
tienen un pedazo de si mismo que no queremos compartir, ese es TU secreto.